De noche justo antes de los bosques


VIERNES 28 DE NOVIEMBRE 2014

Función: 20'30 h.

Localidades: 10

A LA VENTA Taquillas del Gran Teatro

y a través de Uniticket



de Bernard-Marie Koltès


Compañía EL HANGAR

Intérprete: Antonio Aguilar

Música original: Miguel Linares

Espacio escénico, dramaturgia y dirección:

Carlos Alonso Callero




Una obra escrita una treintena de años atrás que se ha convertido en un clásico que nos traslada al mundo actual, donde el ser humano vuelve a emigrar, vuelve a dejar la compañía y el calor de todo aquello con lo que ha nacido y crecido. Un ejemplo de los miles de jóvenes que salen de España en busca de una oportunidad para mejorar y se encuentran con un desierto. La realidad nos convierte en transeúntes, errantes, extranjeros fuera de casa y extranjeros cuando regresamos a ella.


El trabajo con De noche justo antes de los bosques se constituye como un monólogo descarnado, árido y frío que protagoniza un “desheredado” que busca desesperadamente un interlocutor. Un dialogo de una contemporaneidad absoluta, de una verdad cortante: una radiografía de nuestra sociedad en constante crisis ética y económica que convierte a los individuos en huérfanos del amor, el dinero y la vida. La búsqueda de alguien que te escuche en este valle oscuro donde la lluvia, a cada momento, te recuerda tu estado y en el que solo podemos apreciar las intervenciones de un interlocutor que no veremos nunca pero que escucha, avala o discrepa y que hará las veces de público. Aquí es donde reside la poética de la obra; en el discurso de un personaje que recrea desde su voz, la de otros. El sentimiento de soledad estará presente en todo momento ya que nunca existirá replica por parte del invisible antagonista. Palabras como “intercambio” (negando el amor y reduciéndolo al puro interés), el “extranjero” (no solo de su país sino de sí mismo) y el “desierto” como metáfora de esa soledad mal elegida serán ejes de este espectáculo que habla de nuestro presente de una forma rabiosa, desde las trincheras de la memoria y del oprimido por esta realidad que nos fustiga. Con este texto literario-dramático, el autor nos traslada a un espacio, tiempo y lugar donde la noche será el paraje principal donde habitan hombres y mujeres que vagan solos, que se buscan con desesperación y desconfianza, que no se conocen y se temen, con el objetivo de un contacto circunstancial, efímero, en el que ambiguamente se mezclan la necesidad de, compañía, diálogo, protección, sexo, drogas que nos hagan evadirnos de la miseria y un refugio. Todo aquello que se esconde en la noche, Koltés lo pone al descubierto…JUSTO ANTES DE LOS BOSQUES. *Según Gilles Sendier en Le Matin, el joven al que Koltés hace hablar, en este texto “trata de retener junto a sí, utilizando todas las palabras de las que dispone, a un desconocido al que ha abordado en la calle, una noche en la que estaba solo, enfermo de soledad. Habla, habla con el frenesí con el que haría el amor, grita su universo: los suburbios en los que la gente anda sin rumbo y sin trabajo, aunque las fábricas estén ahí, al acecho, esas calles en las que uno busca un ser humano o una habitación para una noche, o para un rato, calles donde uno se tropieza con macarras a la caza del moro, o del marica, un universo nocturno donde él es el extranjero, el huérfano, y del que huye dándose encontronazos en cada esquina con su dificultad de ser y sus ganas, su furor de vivir. Admirable: un texto soberbio, sin literatura…”