VIERNES, 19 de DICIEMBRE 2014
Función: 20'30 h.
Localidades: 14 y 15 €
A LA VENTA en las taquillas del Gran Teatro
y a través de Uniticket
ROBERTO QUINTANA
JOSÉ MANUEL SEDA
MANOLO CARO
Dirección:
ALFONSO ZURRO
Historia de un cuadro es una indagación a través del tiempo para descubrir los caminos, intereses, manipulaciones, trasiegos, idas y venidas de un cuadro de El Greco (quizá un
supuesto cuadro), hasta llegar al germen inicial: la razón que lo motivó y la creación de esa pintura. Un camino que recorreremos a la inversa en el tiempo. Desde la época contemporánea hasta la
Roma de 1576, en la que el joven Doménico Theotocopulos vive un momento crucial en su vida y decide trasladarse a España. Un viaje sin retorno hacia Toledo. Los pilares sobre los que se asienta
Historia de un cuadro son tres: la creación, la mirada del observador y la posesión. Un cuadro. ¿Una posible obra de arte? ¿Por qué? ¿Para quién? ¿Qué visiones se tienen al enfrentarse a una
misma pintura en distintas épocas y por personas diferentes (El creador, el caprichoso, el apasionado, el ignorante, el negociante, el estudioso, el poderoso... etc.)? Y aunque todo pivota en
torno al cuadro, éste es parte de la escusa para indagar en las relaciones humanas. A fin de cuentas ése es el objeto del teatro: observar en el fondo de los corazones de los personajes para
ayudarnos a descubrir el nuestro. Y mejor si somos ayudados por la pintura de El Greco.
Alfonso Zurro
La base de la obra se establece desde un supuesto:
Doménico Theotocópulos vive en Roma, es un joven pintor algo conflictivo, en una de sus complicaciones está a punto de ser encerrado en prisión, pero es ayudado a salir de Roma y a viajar a España por un importante personaje romano. Por este favor le pide al pintor un desnudo femenino. Años después, y ya establecido en Toledo, Doménico busca una modelo para el retrato, la encuentra, lo realiza y lo envía a Roma.
Los sucesos son narrados de forma inversa en el tiempo, van desde el siglo XX hacia atrás. Hasta el momento en que es encargado el cuadro. Aunque en el final habrá otros dos saltos de tiempo para cerrar la historia. También es preciso señalar, que aunque aparezcan diversos personajes, la obra será escrita para poder ser representada únicamente por dos actores, los cuales irán creando todos los roles de los personajes en tour de force interpretativo. En lo que se supone también será un atractivo más.
Las situaciones o escenas serán:
1. NAZI - DIRECTOR DE MUSEO. Después de requisar las propiedades de un judío adinerado, un oficial nazi busca la ayuda de un especialista, director de un museo, para conocer la calidad de un cuadro... quiere saber si es arte degenerado..., tomar decisiones... Se está preparando una quema de cuadros y éste parece tener muchas opciones para llegar a la pira. El director del museo intenta analizarlo de una forma profesional pero el control y el temor que el poder ejerce sobre él están demasiado presentes.
2. MERCADER – UN NOBLE. Un conocido mercader que acepta cualquier negocio de compra venta recibe la visita de un noble arruinado, el Barón de Spotto le quiere vender un cuadro. El dolor del noble está en lo que ha amado esa pintura y en lo que significa para él deshacerse de ella... Pero es un negocio. El arte pasa a un segundo termino. Y hay que negociar... Para vivir.
3. EL LADRÓN. Un ladrón ha recibido el encargo de robar un cuadro. Ya lo ha hecho. Estamos en el momento en que está solo ante la pintura. La observa con curiosidad. Y se plantea preguntas... ¿Por qué vale tanto aquello? ¿Por qué interesa...? ¿Por qué provoca tanta pasión cuando él no siente nada...? ¿Cómo alguien es capaz de hacer aquello...? ¿De inventarlo...? ¿De realizarlo...?
4. EL CARDENAL ZANNONI – EL NOBLE. El cardenal Zannoni ha invitado de nuevo a su amigo el Barón de Spotto a contemplar el cuadro. Sabe que le encanta esa pintura. Eso les permite hablar de arte, pero también del interés que cada uno tiene hacia el cuadro. Y de dónde o cómo ha llegado a sus manos... Y cómo el cuadro empieza a abrir terrenos más que resbaladizos entre ellos...
5. EL GRECO – EL INTERMEDIARIO. En su taller de pintura, Domenico recibe la visita de un hombre alterado el cual se considera engañado y por lo tanto estafado por el pintor. Descubrimos que le ha ayudado ha convencer a una joven para que posara ante el maestro. Y por ello recibió un dinero. Pero entre lo que le dijo y ha averiguado hay ciertas mentiras. Sin capacidad para escapar el pintor confiesa cómo y cuál fue el motivo de la pintura: un desnudo femenino, más concretamente de Eva. ¿Qué ha hecho con la pintura? Ya está en Italia. El hombre quiere más dinero de lo que recibió, a lo que se niega tajantemente el pintor.
6. EL GRECO. El pintor acaba de terminar el cuadro. Está ante la duda... no sabe si proseguir y definir algún detalle... dejarlo por terminado... se pregunta a sí mismo ante lo que ve... intenta sentirse ajeno a la pintura para analizarla, pero no puede... conoce la primera idea, el esbozo, cada pincelada... cada duda... Y ahora la pintura se irá y él no la volverá a ver. Nunca. Cómo despedirse de esa especie de hijo...
7. EL GRECO – EL INTEMEDIARIO. El Greco va a pintar el cuadro de una ángel, se ha encaprichado de una bella jovencita toledana para que sea su modelo. Ésta es huérfana de padre y vive junto a su madre al amparo de una tía suya. La única forma de llegar hasta ella es a través del marido de la tía y negociar un pago para que la joven pose para él. El hombre que es intermediario es un antiguo soldado héroe de Lepanto. El negocio parece estar claro por ambas partes. Y se cierra.
8. EL GRECO – EL CARDENAL ZANNONI. El Greco vive en Roma protegido por los Farnesio. Pero su actitud conflictiva le ha llevado a una situación extrema. La habilidad y la astucia del cardenal Zannoni lo han librado de la cárcel. Pero es imposible que siga en Roma. Debe irse de la ciudad. A Venecia no puede volver... El Cardenal le proporciona contactos en España. Como recompensa el cardenal sólo le pide un cuadro de determinadas características... el pintor le promete que se lo enviará desde España.
9. EL NAZI. Sólo ante el cuadro lanza su perorata sobre el arte degenerado. Está convencido de que esta pintura es de ese estilo. No sirve ni para mostrarla en la risible exposición que sobre ese arte se está preparando. Lo mejor es quemarla.
10. EL GRECO – EL INTEMEDIARIO. Mientras la pintura arde... El intermediario regresa al taller del Greco necesita el dinero que le adeuda el pintor. Ha estado por Andalucía como comisionista y recaudador de impuestos. No le han ido bien las cosas, ha sufrido varios encarcelamientos y sigue sin dinero. Quisiera saber si Domenico ya cobró el cuadro del desnudo y qué cantidad le corresponde. Lleva catorce años sin escribir nada, pero aún así las historias siguen dándole vueltas en la cabeza y más de un libro ha pergeñado en el pensamiento. Necesita fondos económicos para poder mantenerse un tiempo, y apartarse a Esquivias a escribir uno o dos libros. El Greco accede a darle una cantidad... nunca le ha preguntado el nombre: ¿cómo se llama? Miguel de Cervantes. El cuadro, que sigue ardiendo, ilumina la oscuridad.